Luz Marina Valencia y Lucía Peñacoba
Breve reseña histórica - Luz Marina Valencia
Nace en Pasca, Colombia. Caminando, caminando, alcanzó la periferia... GLORIA ESCONDIDA. Uno de los lugares más pobres y alejados de la Parroquia de Cuajinicuilapa, Estado de Guerrero, México. UN DIA... UNA NOCHE... UN AMANECER... UN DIA... 20 de marzo de 1987. Junto con el Padre Roberto Hickl, OMI, Luz Marina se acerca a las familias que viven en Gloria Escondida. Habla, escucha, comparte y celebra. Se mete en la vida. Se hace pueblo. Por la tarde, la comunidad se reúne en la celebración de la eucaristía. En los rostros de los niños, de las mujeres, de los hombres hay alegría, novedad. Es de Día...UNA NOCHE... 9,30 pm. Empieza la subida... Ambiente de impotencia, fragilidad, pobreza y miedo... Una madre cobija a sus seis hijos. Junto a ella otra mujer, una misionera, MIC, acompañadas del más absoluto silencio. Frente a ellas, en la oscuridad de la noche, el poder, el machismo, la corrupción, el libertinaje y la injusticia...
UN AMANECER... 21 de marzo de 1987. Luz Marina no deja que la prepotencia y fuerza de aquellos hombres decida sobre su vida. Dijo: «Soy mujer, dueña de mi dignidad. ¡No voy!» Libremente asume la muerte. La fuerza del Espíritu la invade. La Misericordia del Padre la penetra y Jesús es su TODO. Una PASCUA, una LUZ brilló para la mujer. La muerte de Luz Marina sacudió a la comunidad del Municipio de Cuajinicuilapa. Las preguntas comenzaron a aflorar: ¿qué pasó? ¿por qué? ¿quién lo hizo? La gente quiere llegar hasta el final. Quieren ir lejos en esta lucha de rescatar lo más grande que es suyo, el no ser pisoteados, golpeados, marginados. Recuperar su dignidad de personas. Empezó un nuevo día... Cada 21 de marzo la comunidad parroquial y las MIC, nos preguntamos ¿qué nos dice Dios, hoy, con este hecho? Recordar a Luz Marina es luchar por:
•El pueblo, por el don de la vida, que nadie tiene derecho a destruirla.
•La mujer campesina, para que sea valorada y respetada.
•Nuestra libertad. Somos personas, tenemos derecho a expresarnos.
•Enfrentarnos a los poderosos, exigiendo nuestros derechos.
•Alimentarnos de la Palabra de Dios, para vivir como Él quiere.
Hacia un nuevo amanecer... La muerte de Luz Marina nos alienta a mantenernos en la esperanza de vivir una vida nueva en un mundo más fraterno y justo. Luchando porque se haga realidad: el día con el PROFETISMO; la noche en la MISERICORDIA, el amanecer de la JUSTICIA.